Carlos Arturo Guisarre
Los precios que un consumidor observa en la góndola del supermercado pueden ser con impuestos o sin impuestos y el comprador debe esperar a llegar a la caja para recibir la sorpresa, en la mayoría de las ocasiones, de que al precio que vio en el cartel se le debe añadir el 16% de Impuesto de Transferencia sobre los Bienes y Servicios (ITBIS).
La directora de Proconsumidor, Carmen Meléndez, admitió que los precios de los productos exhibidos en supermercados, ferreterías, entre otros, debe incluir en su monto total los impuestos que paga el consumidor, sin embargo, el Estado no obliga a los comerciantes a cumplir con esta disposición de la ley.
Es importante en términos de que el consumidor se defienda, compre con menores complicaciones y con mayor frecuencia, que los comerciantes informen correctamente a sus clientes de cuánto cuestan las cosas, desde que entran al establecimiento.